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Entrevista a Inés Purcell: UN LUGAR ESPECIAL LLAMADO CHILOÉ

Es definitivamente una mujer que inspira. Coraje, actitud, pasión y convicción, cuatro maneras de comenzar a describir quién es Inés Purcell, autora del libro “Cartas desde Chiloé”, una publicación que nace a partir de las cartas que ella escribió a su gran amiga Lumi Jaramillo, quien residía en Estados Unidos.

“Yo le contaba a Lumi lo que era mi vida acá, las anécdotas que iba teniendo, las personas a las que conocía, lo que sucedía con mis hijos. Son varios los relatos recogidos en este libro”, relata Inés Purcell.

En una de las visitas que Lumi hizo a Chiloé, llevó la caja con todas las cartas que por tanto tiempo ambas habían intercambiado. “Imagínate lo que fue releer cada una de ellas y recordar lo que fue ese tiempo, en una época en donde además los medios de comunicación eran muy lentos, o casi no existían. Solo teníamos el correo que se demoraba cerca de 15 días en llegar a destino. Pero era emocionante cuando recibías la respuesta. Las esperaba con ansias”.

Más allá de la correspondencia entre dos amigas, Inés explica que en las cartas también se contaba lo que era la vida y las costumbres de este lugar que la enamoró desde la primera vez que lo visitó. “Por eso digo que este libro da a conocer una parte de la identidad de esta hermosa isla. Allí se relata lo que era la llegada del invierno y también del verano con el arribo de los veraneantes. En uno de los capítulos cuento la historia de cuando regalé un clarinete al Orfeón de Bomberos y ellos en agradecimiento, fueron a tocar hasta la puerta de mi casa. ¡No lo podía creer!”.

La historia de Inés en Chiloé se remonta a 35 años atrás, cuando un amigo la invitó a pasar unos días a este maravilloso rincón sureño, aprovechando una visita que realizaría a Chile. En esos momentos Inés estaba radicada en Estados Unidos, país al que se fue a vivir junto a su marido, de quien se divorció después de algunos años.

“Acepté la invitación. Al llegar a Chiloé y ver la calidad de sus habitantes, descubrir cómo entre ellos se relacionaban y ser parte de una cálida bienvenida con la que me recibieron, fueron cosas que me alucinaron de inmediato. Desde muy pequeña estuve acostumbrada a estar rodeada de gente, siempre con las puertas abiertas para quienes nos vinieran a visitar en la casa de mi niñez, con mis padres y hermanos. Por eso ver cómo eran los chilotes, me encantó”.

Nacida en Viña del Mar, madre de dos hijos nacidos el mismo día (un 8 de marzo cuando se conmemora el Día de la Mujer), pero con un año de diferencia, Inés fue una mujer que persiguió sus sueños. Fue así como decidió radicarse en Chiloé. Primero en la casa que su amigo le había prestado para que la pudiera arreglar, y tiempo después en una pequeña casa en la que no tenía luz ni agua, y en la cual alcanzó a estar 9 meses. Fue desde ese lugar que comenzó el intercambio de correos con su amiga Lumi, hasta que finalmente se instaló en el lugar que la ha albergado durante todos estos años, y desde donde hoy nos relata parte de lo que ha sido su experiencia.

“Cuando me vine a vivir no existían caminos, solo había una huella. Tenía un jeep, que a veces se quedaba pegado en el barro, y me tenían que tirar con bueyes para sacarme. Ayudé en el colegio, fui presidenta de la Junta de Vecinos y hasta hoy secretaria. Di una gran pelea para que llegara agua potable, electricidad y para conseguir la pavimentación del camino He sido parte de la historia de este lugar y estuve detrás de muchos de los adelantos que se fueron consiguiendo para la comunidad”.

“Son muchos los recuerdos y las anécdotas que se cuentan en “Cartas desde Chiloé” y que tuve que resumir en solo 150 páginas. Una tarea que no resultó nada fácil. La verdad es que nunca imaginé llegar a escribir un libro. Dicen que en la vida uno debe plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Ya puedo decir que he hecho las tres cosas”.

Inés cuenta que su mayor satisfacción fue saber que su amiga Lumi alcanzó a leer este trabajo antes de fallecer, una publicación que más que un intercambio de saludos y anécdotas de dos amigas, da a conocer a un Chiloé visto desde su gente, sus paisajes, sus costumbres, en fin, desde los detalles que simplemente enamoraron a esta gran mujer llamada Inés Purcell.




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